El 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, representa un hito importante para colocar en el centro del debate los avances alcanzados por las mujeres en sus distintos escenarios públicos y los desafíos pendientes para garantizar la igualdad de derechos y equidad de género. Un debate urgente es identificar y reconocer los roles tradicionales de género que los medios de comunicación suelen posicionar e instalar en el imaginario de las personas diariamente y que conlleva a la naturalización de estereotipos que pueden justificar situaciones de violencia hacia las mujeres.
En los distintos monitoreos de medios realizados por la ACS Calandria, se continúa observando una representación estereotipada de las mujeres en las páginas de medios de los periódicos, en los programas de televisión, en la publicidad, cine y música. La imagen de la mujer se asocia exclusivamente a la esfera privada, como el hogar y la familia; a ser admirada solo por su imagen corporal y también a aparecer como víctima de la violencia, que muchas veces acaba en feminicidios.
En ese sentido, la ACS Calandria, la Unión Europea en el Perú y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo- AECID lanzaron la campaña “Y tú, ¿cómo me ves? #laimagendelamujerenlosmedios, que buscó sensibilizar sobre estereotipos de la mujer en los medios de comunicación y sus consecuencias, al tiempo que la ciudadanía pudo reconocer una ruta de solicitud de mejores contenidos en medios de comunicación para promover un consumo más crítico que fomente la igualdad entre varones y mujeres.
Durante la campaña, 2500 ciudadanos y ciudadanas de Cusco, Lima, Piura y Ucayali cruzaron un circuito didáctico con una primera estación lúdica donde reconocieron cuatro estereotipos: “la mujer como víctima”, “la mujer como objeto sexual”, “la mujer como ama de casa” y la “súper mujer”, estereotipos que se imparten en distintos espacios de socialización y también se difunden desde los medios de comunicación en la cobertura de notas periodísticas. Cabe indicar que para cada región la ruta lúdica fue variando: Cusco, juego de roles de género; Piura, oído a la música; Ucayali, mimos y ruta informativa y Lima, dados tumba estereotipos.
En esta primera estación, los estereotipos que más recordación e impacto tuvo en la ciudadanía fueron “la mujer como objeto sexual”, “la mujer como ama de casa” y “la mujer como víctima”. Posteriormente, transitaron a la segunda estación informativa y de empoderamiento mediático, donde conocieron la ruta de queja ante contenidos inadecuados del Consejo Consultivo de Radio y Televisión y la Sociedad Nacional de Radio y Televisión en el país. Finalmente, brindaron sus recomendaciones de contenidos para los medios de sus localidades.
Sobre las recomendaciones que brindaron éstas se refieren a que los medios no revictimicen a la mujer golpeada, que se propongan más contenidos con mujeres en situación de resiliencia y menos producción de programas de espectáculo ni de entretenimiento. El 75% que participaron en la encuesta fueron mujeres.
Finalmente, la campaña contó con una red de voluntarios, quienes no solo informaron, sino que motivaron a los participantes a sumarse a la difusión de la campaña compartiendo para ello materiales informativos. En Cusco destaca la red de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC).