Campaña Que el amor tóxico no te salpique

Es la creencia de que hay una pareja predestinada para cada persona. Esta pareja sería la única elección posible ya que uniría a “dos almas gemelas, como si cupido supiera de antemano a quién debe tirar las flechas” (Ruiz Repullo, 2016a, p. 58). La mayoría de los cuentos infantiles, por ejemplo, reflejan este mito y sitúan todas las dificultades y los problemas en ese proceso de búsqueda y establecimiento de la relación de pareja. Y lo demás, ya se sabe, es “ser felices y comer perdices”.

Se basa en la creencia de que los celos son un signo de amor e incluso son considerados como un ingrediente imprescindible del amor verdadero. La aceptación de este mito puede llevar a actitudes egoístas e injustas y comportamientos represivos o incluso violentos que podrían degenerar en violencia de género. Esta concepción está estrechamente ligada a la idea del amor como posesión y al desequilibrio de poder dentro de las relaciones.

Consiste en la creencia de que “el amor todo lo puede” y habiendo amor no hay obstáculo que se interponga en la relación, pudiendo superar cualquier problema o dificultad tanto interno como externo. La aceptación de que el amor lo puede todo podría ser utilizado como excusa para no cambiar comportamientos o actitudes que dañen a la pareja o para negar determinados conflictos de pareja dificultando su afrontamiento

No eres la media naranja, naciste completa.

• El amor verdadero empieza por el respeto hacia uno mismo.
• Los celos no son demostración de amor.
• El control y la posesividad no son demostraciones de afecto.
• El verdadero amor no lo perdona todo.
• El amor no duele, la violencia sí